Trabajando

Era una mañana agradable y me dirigía a mi trabajo, Niyu, mi lobo, caminaba junto a mi. Cruce por las puertas del Oasis que delimitaban la ciudad, el guardia me miro con desagrado, pero no lo tomo en cuenta, sigo mi camino hasta llegar a la zona de comercio, donde se levanta el gran restaurante en el que trabajo.

- Niyu, voy a trabajar, no te vayas muy lejos y no causes problemas- le dije a mi lobo, acariciandole la cabeza, este cerro sus lindos ojos grices y bajo sus orejas, para luego ir a echarse tras unos botes junto al restaurante- buen chico- lo apremio y entro por la puerta lateral del restaurante, llegue temprano, como de costumbre, pero ya estaban algunos de mis compañeros- buenos días- salude animadamente, marque targeta y me dirigí a los cubiculos, abri el mio, mirandome en el espejo que tenia en la puerta y haciendome una coleta alta, tome mi mandil y me lo coloqué.

Salí donde los demás, note que llegaban unas personas y me dirigí a atenderlas, tomando su orden y llevandoselas poco despues, había poca actividad a esa hora, así que me sente a acomodar los papeles de pedido en el registro, en lo que llegaban más clientes.

Escucho el sonido de la puerta del restaurante al abrirse, y veo ingresar a un joven con un ave en el hombro, se sienta en una de las mesas, esperando, no se si pedirle que saque al ave, y volteo a mirar a uno de mis compañeros, como preguntandole con la mirada, este mira al recien llegado y palidece, negando ferviertemente con la cabeza, eso me confunde, pero lo ignoro y me dirijo a atender al recien llegado.

- Buenos Días- saludo animado- ¿Puedo ayudarlo en algo?- pregunto amablemente, con una leve sonrisa en mis labios, pasando mis ojos del bello Halcón, al joven recien llegado, tiene los ojos un poco más oscuros que los mios y siento el peso de su mirada, pero sin quitar mi sonrisa, "este joven tiene presencia", apunte mentalmente.

Sonrio ante la escena, no muy seguido veo personas tan unidas a sus "mascotas" a falta de otra palabra, pues, yo no consideraba a Niyu mi mascota, más bien, mi amigo y fiel acompañante, supongo que debe ser el caso del joven.

- Buena elección- digo con suavidad, sacando una libreta y una pluma de mi mandil, anotando su orden- bien, ¿Desean algo de beber?- pregunte, dirigiendo mi mano con calma hacia el halcón, acariciando el plumaje de su cuello con el indice, curiosamente, no me aparto y dejo que lo acariciara- Que bello especimen- dije con mi voz dulce, apartando mi mano y poniendo la pluma tras mi oreja, esperando la respuesta del joven.

Sonrio con dulzura al ver el lenguaje del halcón, tenia razón al pensar que el joven le tenia estima.

- Entiendo muy bien, me pasa lo mismo con Niyu- respondo pensando en mi fiel amigo que me esperaba fuera del restaurante. Escuchó sus palabras y pienso un momento.

- Pues, con lo que ordeno queda bien un vino blanco- dije analizando un momento- pero, si usted no gusta del alcohol tambien tenemos jugos de cualquier fruta que le guste, o, si le gustan las cosas un poco más amargas, limonada con agua mineral- dije encajando suavemente mi colmillo en el indice, como gesto de que pensaba.

Observo el sistema que usa para entenderse con el halcón, tomandolo como nota mental para comunicarme con Niyu, escucho el nombre de muchas frutas, hasta que se detiene en una en particular.

- No hay ningún problema, joven- dije con una sonrisa anotando el pedido- bien, no tardo- dije dando una leve inclinación con la cabeza y caminando hacia la cocina.

Dejo la notita con la orden en la cocina y luego me dirijo a la parte de atras a escoger un vino, tomo una botella que considero adecuada y persivo su olor sin necesidad de abrirla, una ventaja de la raza. Regreso a la cocina y coloco la botella en una cubetita con hielo para luego dejarla sobre una charola, coloco además una copa de cristal, una jarra de jugo de pomelo y un pequeño tazón de cristal, pues no creo que un halcón beba en vaso. Tomo la charola con mi mano izquierda y camino con facilidad hasta la mesa, colocando todo en la mesa con movimientos agiles.

- Bueno, en cuanto la orden esté lista la traere- dije con una sonrisa- cualquier cosa que se le ofresca, estoy a sus ordenes-